No he renunciado al verso
que me triza en fragmentos de espejo
en tardes devoradoras de ausencia.
que me triza en fragmentos de espejo
en tardes devoradoras de ausencia.
No he renunciado a la existencia
que a veces me cubre con su manto de tedio
arrancando el color a los días.
que a veces me cubre con su manto de tedio
arrancando el color a los días.
Tampoco a libertad
que enciende mi alma
en su tormenta de fuego.
que enciende mi alma
en su tormenta de fuego.
A esta ultima renuncio
se la ofrezco a tus ojos
a la promesa que habita tus labios
al susurro del palpitar de tu piel,
se la ofrezco a tus ojos
a la promesa que habita tus labios
al susurro del palpitar de tu piel,
esa mariposa que esconde tu presencia.
Pero a esperarte en la tarde lluviosa
y entregarte mi sonrisa,
el respirar de mis versos
y contener el tiempo en mis manos.
y entregarte mi sonrisa,
el respirar de mis versos
y contener el tiempo en mis manos.
A eso no renuncio
ya no queda nada en mi
que no habites.
ya no queda nada en mi
que no habites.
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