jueves, 19 de mayo de 2011

Liberación

Arriba el cielo, abajo yo
Contemplando el firmamento
a través  de estos ojos
solidas rejas del olvido.

Nave perdida y sin velas
donde vive desnuda mi alma
en un universo de silencio
atrapado en esta biología.

Arriba el cielo, abajo yo
coleccionado caracoles
esqueletos de lágrima
espiral que atrapa el viento.
Espíritu abandonado
acomodado en el espacio
del deber ser,  y querer ser.

Afuera todos y todo
y yo acurrucado como niño
me escondo de su veneno,
de su temor inmenso a verse
a si mismos en los espejos.

 Afuera todos y todo
y yo viviendo versos
tan vívidos como uvas,
amando el gesto de la tarde
el brillo tono plata de la lagrima
de un niño, de una madre.
Sonriendo con el viento
buscando tus manos en pasto
mientras todos duermen
y sus vestidos escapan
por las ventanas de su tedio.

Aquí y ahora
lanzo mi cuerpo al vació
a las nubes, al viento
al calor del verso
a la dulce melodía
de saber que si queremos
podemos volar.

Estallar en erupciones
de primaveras fértiles
renacer en semillas
y liberar nuestras almas.

Arriba el cielo, abajo yo...

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