Antes de ti las raíces de mi cuerpo
se extendían como llantos vacíos
cuencas desiertas y amorfas.
Antes de ti mis ojos sangraban
y mi melancolía se vertía
en bestias sombrías.
Antes de ti mis manos dormían
trémulas teñidas de olvido
vaciadas en ceniza.
Antes de ti.
Antes.
Ahora me extiendo en el galope del fuego
en el infinito abismo de tus ojos de verso
en el desnudarme en tus venas como savia
descansar en tus labios como un beso.
Y deshago mis huesos en polvo
para cubrir tus angustias
como pasos antiguos
como versos inconclusos
como el respirar del tacto
que te espera en las sombras.
Y me desprendo de la piel
en el torbellino del viento
elevo mi alma en espirales
entonces habito tus ojos.
Y te habito en eco
del trascurrir del río
en un susurro de alas
en la melancolía
del rojo del cielo.
Entonces te entrego
mi sed teñida de vino
la sombra de mis dudas
mi sangre, mis ojos
este cuerpo enredado
y el ultimo suspiro
que quizás es para voz.
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