miércoles, 28 de septiembre de 2011

Payaso

Quien eres payaso
que por no llorar ríes
llevas un verso vestido de carne
donde descansan todas tus ansias.

Cual es el acto
Donde realmente despiertas
acrobacia infinita
donde vacilan tu miedos.

Quien dibujo tu rostro
de vertedor de sueño
de devorador de pecados.

Que escondes en en la solapa
un conjuro de rimas
una calle llena de torpezas
un niño perdido en una lagrima.

Quien te dio esos ojos secos
desiertos que esconden
un palpitar trémulo
que bebe a la orilla del rió.

Es tan retorica tu risa
sinsabor sin nombre
que se cuelga en la carne.

Solo eres un reflejo
un estadio de sombras
fractura que germina
en mi espejo interior
como cascara al fruto.

lunes, 26 de septiembre de 2011

II

Amo la tarde
que se oculta en tu cabello
la primavera naranja que se esconde
en la transparencia de tu piel.

Tus manos lejanas
como faros naufragados
y el verso atrapado en el tacto
serpentea en la ausencia
buscando el encuentro.

Tu boca
luna que consume los días
se posa en mis versos
devora mis ojos
es primavera
que florece en alas.

Se tiñen los días
en un sol solitario
grieta de luz en cielo
ojo que desnuda la noche.

Las nubes cantan>
me cuentan tus días
me desprenden del sueño
le dan sabor a tu lengua
en su verso, en la esperanza.

Estas prendida en mi
como luciérnaga salvaje
le atrapo en mis manos
y siento el palpitar de un mundo
que nace y muere en tus ojos.

Y te amo
en el incierto de los días
en el circulo infinito
de las estaciones
en la palabra
que esconde
el soberbio de tu ser.

I

Soy un déspota
al reclamar al mundo
tu presencia
como propia.

Que prepotencia
pretender contener
el mar de tu ojos
en mi tacto.

Pero en tu verso
de profundo purpura
que tiñe mis ojos
descansan mis pasos
los presentes
los que vienen.

Atravieso
la cascada infinita
la impenetrable distancia
el sueño y su atadura.

Tomo tus manos
desnudo tu pecho
y te contemplo
santuario de carne
donde me escondo
del patíbulo de pergamino
que es el destino.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Invocación


Acércate siente el palpitar del sueño
el jinete del tiempo y sus espuelas
el susurro del grillo de la noche
las alas que enmarcan los cielos.

Acércate llega la lluvia
se dilata la pupila en su lagrima
la carne se hace vacua
el esqueleto del adiós se quiebra
la saliva se hace ácida.

la luna se vierte en el mar
el lobo se pierde en su órbita
la geometría del mundo silencia
y vos aun esperas en la sombra.

Me arrancas de los días
en el despertar de tus labios
con tus ojos de cuencas vacías
te viertes en mis versos
con la gracia de una promesa.

No temo a tu llegada
ya te conozco y me conoces
reconozco tus falanges
en algunas cortinas
esperando tras la puerta.

Debo entregarte este libro
de hojas blancas secas
de los días que me faltan
de caricias que serán ajenas
esta anatomía desnuda y sin tacto
y el final de un verso como lapida.

martes, 13 de septiembre de 2011

A Jattin

Esta tarde Raúl el río me susurra
poemas desolados como espirales
encendidas en tu diáfana soledad.

Lanzo piedras al río y el las regresa
entre tonadas que deshacen la carne
el verso cala hondo como abismo
mientras devoras mangos en la orilla.

No busco el fantasma de tu lucidez
busco tu poesía sincera como nube
cerrar de ojos que nace libre
animal que transitas los rayos de luz.

En donde esta sembrado el árbol
que refugia las eternas búsquedas
en donde está la crisálida de tu verso
en donde quedaron tus ojos
de niño atrapado en gigante.

Hasta donde llegaron los puñales
de tu amante y compañera la locura
en que tumba yace el conjuro
del verso que te arranco la piel
como bestia al fruto maduro.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Epitafio


Soy el extranjero de mi mismo
Me desplazo de un vacio al próximo
dejo la sonrisa y el abrazo a desconocidos
cuelgo los ropajes del sueño en el aire
me lanzo de todas las ventanas
en una interminable búsqueda.

Soy el extranjero de mi mismo
soy la sombra de una carne muda
soy el que se oculta tras los ojos
soy el silencio que esconde la lluvia.

Abro mis manos al cielo como ramas
Y los pájaros devoran las lágrimas
que se deslizan en mis tardes
como los ríos a sus mares.

Busco un nombre que recuerde
un rostro que no se deshaga
una caricia conocida, un aroma
un palpitar que no se vista de eco.

Y regreso a ti infinito espejo
que seduce a la luna en su ondular
donde nace la hiedra del recuerdo
con su respirar toxico como serpiente
donde mi verso yace sin epitafio.

martes, 6 de septiembre de 2011

Ella

En donde estas poesía enredada en sus pasos
te perdiste en el abismo de sus ojos profundos
en la palidez de su piel que lo inunda todo.

Estas con ella que se desviste en sonrisas
que se vierte en las sombras de mis noches
ella que devora mi corazón con su silencio.

Estoy solo y su nombre cuelga de los labios
deshace mis ojos en mundos lejanos y perdidos
es musica que enmarca melancólicas partidas

La busco y solo encuentro espanto y destierro
es mariposa que esparce ausencia en su vuelo
es el cantar del río que se vierte de la tierra
es de su pecho que se alimenta mi alma.

Y es en esta hora que se enmarca el equilibrio
conjuro consumado de amaneceres salinos
donde los versos se esparcen como pájaros
en el horizonte infinito y lejano de tu labio.


Nada

No serán manos estas manos
hasta moldear la cordillera
del firme de tu cuerpo mineral.

No serán mis mis ojos ojos
hasta construir horizontes
en el fértil de tu vientre.

No será cuerpo este cuerpo
hasta desnudar su esencia
en el vasto de tus bosques.

No serán versos estos versos
hasta tener el trepidar dormido
de tu corazón de uvas y cielo.

No será nada amor
nada será
en mi la noche tiñe su brutal color
mi boca es vientre de oscuros rezos
que se deshacen en alas
de mariposas en la sombra
que dibujan rostros aletargados
y lánguidos como las despedidas.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Esta tarde

Abro mis manos como vertidor
cascada o vertiente
donde escapa mi naturaleza
universo que se posa en tu risa
crisálida de versos
que habita mis uñas
testigo calcáreo de esta despedida
sin comienzo que es tenerte lejos.

Abro mis ojos a tu silencio
cascabel de viento
que se escurre entre mis hojas
desnudando soledades
palpitar emotivo y profundo 
que acaricia el vientre de la tierra.

Abro mi pecho como tierra fértil
a tus manos vegetales
al pistilo de tu lengua de fuego
a la bocanada infinita
donde reposan tus versos.

Y te encuentro en esta tarde de soles
de palomas ciegas ocultas en las cornisas
de pasos perdidos en sus ecos vacíos
en el sonido profundo de tu nombre
que me espera en todas las esquinas.

Pero no eras tu, es el animal de sombras
que se esconde en el vació de las venas
que me asfixia en el palpitar de sus certezas
que hoy reclama mi corazón como ofrenda
y me abandona en este laberinto
donde "tu y yo" solo es la falacia del poeta.