Me atraviesan los días en silencio
ventanas abren sus vórtices de luz
las calles me enredan en sus telarañas
la llovizna desnuda la angustia.
En la ciudad despiertan los mercados
extiende ramas el tedio y los envuelve
y ausencias como sombras en la noche
se hacen bestia que todo lo devora.
Un niño atraviesa las calles sonriendo
como la daga desnuda la carne trémula
eleva al viento sonrisas anónimas
que se esconden en los pájaros.
Alguien ofrece su sombra por monedas
un poeta vierte su soledad en cantaros
el tranvía arranca sus pasajeros a la tarde
y los abandona en sus vicios vacíos.
Ella se esconde atrás de sus ojos
se arropa en el suave de su piel
es crisálida de un ángel caído
entrega cantos que salen de sus manos
mientras se descosen sus ataduras.
Y vos artesana te haces cáliz
de carne y versos alados
en ti descansa el fértil de la tierra
la humedad de tu labio me redime
es en tu pecho que me alimento
y son tus manos las alas de fuego
que me ocultan de la muerte y la locura.
miércoles, 24 de agosto de 2011
jueves, 18 de agosto de 2011
Inevitable
Te entrego versos
huérfanos y oscuros
te espero en el morir
de la tarde y su lluvia.
Espero tu voz de rió
el poder de tus mares
el asta de manos de fuego.
En el cielo los pájaros
denuncian sus soledades
en la calle la gente
se persina a saludos.
Los carros arrastran
sus sonámbulos seres
palpita el tedio en su cien.
Mi pecho abierto
aun caliente
florece como nido,
en su aroma mineral
me oculto.
Mis manos sedientas
socavan tu nombre
entre seres de barro
y lagrima vertida.
Esta anatomía
se triza en verso
colapsa la carne
sangran los ojos.
Y conjuro el encuentro
fundirme a tu cuerpo
sortilegio de tu amanecer
la bestia danzante
que despierta
el ansia de ti.
huérfanos y oscuros
te espero en el morir
de la tarde y su lluvia.
Espero tu voz de rió
el poder de tus mares
el asta de manos de fuego.
En el cielo los pájaros
denuncian sus soledades
en la calle la gente
se persina a saludos.
Los carros arrastran
sus sonámbulos seres
palpita el tedio en su cien.
Mi pecho abierto
aun caliente
florece como nido,
en su aroma mineral
me oculto.
Mis manos sedientas
socavan tu nombre
entre seres de barro
y lagrima vertida.
Esta anatomía
se triza en verso
colapsa la carne
sangran los ojos.
Y conjuro el encuentro
fundirme a tu cuerpo
sortilegio de tu amanecer
la bestia danzante
que despierta
el ansia de ti.
miércoles, 3 de agosto de 2011
Melancolia
Amo estos bosques
de arboles vacíos
y aves ausentes.
Amo esta luna
que se deshace
en mis ojos.
Amo estos versos
donde mi alma es verbo
y aruño el tiempo
en melodías aladas.
Y te amo
con el mar de tus ausencias
que desliza en tu pecho
amo los violines de tus versos
tus caricias sedientas
la noche que escapa de tus manos.
Esta noche te extraño
te guardo mi tacto
la humedad de mi lengua
los labios ansiosos
lo perenne del deseo.
Entrégame tu corazón
para devorarlo a versos
dame también las espinas
para entregarte mi sangre
déjame habitar en tu sueño
mientras deshago tus sombras.
Descansa en mis labios
déjame ser el gris del día
me alimento de tu risa
de lo inmenso de tus cantos.
Nunca labios algunos
se vistieron en mis dedos
como crisálidas de fuego
que tiñen mis versos.
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