Hubo un hombre de papel
sin rostro y manos blancas
con alma de árbol y río
sin más familia que el viento.
Que entrego su alma a la pluma
de ardiente corazón de fuego
palidez de despertar de cielo
Y ojos negros como abismos.
Escapo entre miedo y soberbia
convivió con hombres de carne
conoció la ambición, el egoísmo
el dolor, el hambre, y la muerte.
Regreso a su amado bosque
se entrego en un largo grito
como las noches sin luna,
y el silencio habito el bosque.
Aferro a su corazón su amada pluma
y se fundió con el fuego y el viento
se hizo cenizas en el crujir de hojas
y entrego su alma en un verso.
Así nace la poesía.
martes, 31 de mayo de 2011
miércoles, 25 de mayo de 2011
No me pidas perdón
Fuiste mi madre un tiempo
recorriste mi infancia
mi temprana melancolía,
Mi sonrisa sospechosa y tardía,
Mis tardes entre libros y arboles.
Porque después te fuiste
en una bocanada de abandono
mientras mi padre se deshacía
en el sabor amargo de el licor.
Y mi soledad se hizo día y noche
aliento, alimento, sueño, despertar
me perdí en la tarde llena de ausencias
en la lluvia de los pájaros muertos.
Te busque en las sombras
en mi infancia desvanecida
en el sabor de un poema maldito,
En la luz del sol quemando la piel.
Por que cuando regresaste
ya no me habitaba el niño
y mi corazón descanso en el verso
donde habita el fuego y la piedra.
No me pidas perdón
no es necesario
habitas mi rostro, mi sangre
tú tristeza también es mía
y está inmersa en el palpitar
de esta poesía de sombras.
recorriste mi infancia
mi temprana melancolía,
Mi sonrisa sospechosa y tardía,
Mis tardes entre libros y arboles.
Porque después te fuiste
en una bocanada de abandono
mientras mi padre se deshacía
en el sabor amargo de el licor.
Y mi soledad se hizo día y noche
aliento, alimento, sueño, despertar
me perdí en la tarde llena de ausencias
en la lluvia de los pájaros muertos.
Te busque en las sombras
en mi infancia desvanecida
en el sabor de un poema maldito,
En la luz del sol quemando la piel.
Por que cuando regresaste
ya no me habitaba el niño
y mi corazón descanso en el verso
donde habita el fuego y la piedra.
No me pidas perdón
no es necesario
habitas mi rostro, mi sangre
tú tristeza también es mía
y está inmersa en el palpitar
de esta poesía de sombras.
A Sofia
A esa Sofia que atraviesa los días
con sus pies pesados e hinchados
como si en su espalda llevara un mundo
yo le agradezco su aliento.
La recuerdo en mi infancia tejedora
entregando humildad con sus manos
cansadas como el final de la tarde,
Asomadas en vitrinas de cristal viejo
como pasos de camino polvoriento
donde tres hijos y tal vez cuatro esperaban.
Su casa siempre fue de todos y ninguno
pues para todos fue todo, y todo fue igual
tuvimos nuestra vidas, nos marchamos
Y Sofia y la casa se quedaron solas y vacías
salvaguardando el recuerdo o la cotidianidad.
Hoy recuerdo a Sofia detenida en la puerta
con la ternura escrita en sus pies hinchados
esperando amaneceres para alimentar sus hijos
con sus propias entrañas llenas de calor
ecos de pasos que me habitan a lo lejos.
Sonríe hoy Sofia para cambiar el recuerdo
para entregarte algo mío, para decirte lentamente
gracias con la solidaridad de mi alma aciaga
que aun así agradece tu existencia.
con sus pies pesados e hinchados
como si en su espalda llevara un mundo
yo le agradezco su aliento.
La recuerdo en mi infancia tejedora
entregando humildad con sus manos
cansadas como el final de la tarde,
Asomadas en vitrinas de cristal viejo
como pasos de camino polvoriento
donde tres hijos y tal vez cuatro esperaban.
Su casa siempre fue de todos y ninguno
pues para todos fue todo, y todo fue igual
tuvimos nuestra vidas, nos marchamos
Y Sofia y la casa se quedaron solas y vacías
salvaguardando el recuerdo o la cotidianidad.
Hoy recuerdo a Sofia detenida en la puerta
con la ternura escrita en sus pies hinchados
esperando amaneceres para alimentar sus hijos
con sus propias entrañas llenas de calor
ecos de pasos que me habitan a lo lejos.
Sonríe hoy Sofia para cambiar el recuerdo
para entregarte algo mío, para decirte lentamente
gracias con la solidaridad de mi alma aciaga
que aun así agradece tu existencia.
martes, 24 de mayo de 2011
Pasión
Ya no me importa el mundo
poblado de caminos desiertos
y sonrisas vacías como globos
que navegan el polvo en el viento.
Solo me importa este dulce sueño
de tomarte en mis brazos
andar caminos que vienen de tus ojos
se deslizan por mis manos
y se andan a si mismos.
Camino que recorremos juntos
en este viaje interior
profundo y desolado
pero al final solo camino.
Te entrego esta alma remendada,
todos mis vicios y manías
solo quiero respirar tu cuerpo
y ser parte tuya de una manera
mas profunda que la propia vida.
poblado de caminos desiertos
y sonrisas vacías como globos
que navegan el polvo en el viento.
Solo me importa este dulce sueño
de tomarte en mis brazos
andar caminos que vienen de tus ojos
se deslizan por mis manos
y se andan a si mismos.
Camino que recorremos juntos
en este viaje interior
profundo y desolado
pero al final solo camino.
Te entrego esta alma remendada,
todos mis vicios y manías
solo quiero respirar tu cuerpo
y ser parte tuya de una manera
mas profunda que la propia vida.
jueves, 19 de mayo de 2011
Liberación
Arriba el cielo, abajo yo
Contemplando el firmamento
a través de estos ojos
solidas rejas del olvido.
Nave perdida y sin velas
donde vive desnuda mi alma
en un universo de silencio
atrapado en esta biología.
Arriba el cielo, abajo yo
coleccionado caracoles
esqueletos de lágrima
espiral que atrapa el viento.
Espíritu abandonado
acomodado en el espacio
del deber ser, y querer ser.
Afuera todos y todo
y yo acurrucado como niño
me escondo de su veneno,
de su temor inmenso a verse
a si mismos en los espejos.
Afuera todos y todo
y yo viviendo versos
tan vívidos como uvas,
amando el gesto de la tarde
el brillo tono plata de la lagrima
de un niño, de una madre.
Sonriendo con el viento
buscando tus manos en pasto
mientras todos duermen
y sus vestidos escapan
por las ventanas de su tedio.
Aquí y ahora
lanzo mi cuerpo al vació
a las nubes, al viento
al calor del verso
a la dulce melodía
de saber que si queremos
podemos volar.
Estallar en erupciones
de primaveras fértiles
renacer en semillas
y liberar nuestras almas.
Arriba el cielo, abajo yo...
Contemplando el firmamento
a través de estos ojos
solidas rejas del olvido.
Nave perdida y sin velas
donde vive desnuda mi alma
en un universo de silencio
atrapado en esta biología.
Arriba el cielo, abajo yo
coleccionado caracoles
esqueletos de lágrima
espiral que atrapa el viento.
Espíritu abandonado
acomodado en el espacio
del deber ser, y querer ser.
Afuera todos y todo
y yo acurrucado como niño
me escondo de su veneno,
de su temor inmenso a verse
a si mismos en los espejos.
Afuera todos y todo
y yo viviendo versos
tan vívidos como uvas,
amando el gesto de la tarde
el brillo tono plata de la lagrima
de un niño, de una madre.
Sonriendo con el viento
buscando tus manos en pasto
mientras todos duermen
y sus vestidos escapan
por las ventanas de su tedio.
Aquí y ahora
lanzo mi cuerpo al vació
a las nubes, al viento
al calor del verso
a la dulce melodía
de saber que si queremos
podemos volar.
Estallar en erupciones
de primaveras fértiles
renacer en semillas
y liberar nuestras almas.
Arriba el cielo, abajo yo...
miércoles, 18 de mayo de 2011
Vuelo
Por que cortaste mis alas
si sabes que no se andar
que mi mundo es éste
donde acurrucado espero.
Por que ataste mis manos
si con ellas dibujo mundos
con nubes ciegas y grises
mientras susurra el viento.
Por que cierras mis ojos
si aun vivo y respiro,
La cavidad de mi pecho
esta poblada de ausencia.
Déjame rasgar el tiempo
con mis manos dormidas
viajar en tus ojos negros
y elevarme en tu voz
con delicadeza del verso.
Déjame irme entonces
desandando caminos
construyendo espacios
donde acomodar el olvido.
Llevaría tu vida, en la mía
y me dejas estas manos vacías
como diente de león en el viento
halando el cielo en espirales.
Descargo mis ojos
como pesados mundos,
Sombra encadenada
que palpita tu recuerdo.
Y aun así me lanzare al vacío
a la profundidad de tus ojos
único espacio donde renacer
y alzar las alas de nuevo.
si sabes que no se andar
que mi mundo es éste
donde acurrucado espero.
Por que ataste mis manos
si con ellas dibujo mundos
con nubes ciegas y grises
mientras susurra el viento.
Por que cierras mis ojos
si aun vivo y respiro,
La cavidad de mi pecho
esta poblada de ausencia.
Déjame rasgar el tiempo
con mis manos dormidas
viajar en tus ojos negros
y elevarme en tu voz
con delicadeza del verso.
Déjame irme entonces
desandando caminos
construyendo espacios
donde acomodar el olvido.
Llevaría tu vida, en la mía
y me dejas estas manos vacías
como diente de león en el viento
halando el cielo en espirales.
Descargo mis ojos
como pesados mundos,
Sombra encadenada
que palpita tu recuerdo.
Y aun así me lanzare al vacío
a la profundidad de tus ojos
único espacio donde renacer
y alzar las alas de nuevo.
lunes, 16 de mayo de 2011
Otoño
Hoy ya no regresas en el viento
atrapo al aire entre mi manos
y me desnuda en hojas secas.
La vida esta latente, detenida
se asoma en la casacada del rio
en la humedad de esta tarde,
en el fuego de tu labios encendidos
el blanco devorador de tu tacto.
Muchos ahora abandonados
savia que se esparce sobre el tiempo
y los deshace en locura y ausencia.
arboles acurrucados como niños
esqueletos vegetales que rasgan el cielo.
Otros lejanos y perdidos
como tripulantes de nubes,
leves presencias borrosas
que silvan en el viento.
Aun no regresas con tu danza
con la melodía de tu cintura,
con tus manos abiertas
como pequeños soles
que me arrancan de la noche.
Yo también deseo partir
pero no esta escrito
que los arboles abandonen
sus pequeños continentes,
secaran su raices
y sin darce cuenta
el tiempo estará dislocado
atrapo al aire entre mi manos
y me desnuda en hojas secas.
La vida esta latente, detenida
se asoma en la casacada del rio
en la humedad de esta tarde,
en el fuego de tu labios encendidos
el blanco devorador de tu tacto.
Muchos ahora abandonados
savia que se esparce sobre el tiempo
y los deshace en locura y ausencia.
arboles acurrucados como niños
esqueletos vegetales que rasgan el cielo.
Otros lejanos y perdidos
como tripulantes de nubes,
leves presencias borrosas
que silvan en el viento.
Aun no regresas con tu danza
con la melodía de tu cintura,
con tus manos abiertas
como pequeños soles
que me arrancan de la noche.
Yo también deseo partir
pero no esta escrito
que los arboles abandonen
sus pequeños continentes,
secaran su raices
y sin darce cuenta
el tiempo estará dislocado
domingo, 15 de mayo de 2011
Redención
Madres y viudas desnudan su dolor
en calles lloviznadas de melancolía,
Arrancan al viento los susurros
moldean entre lagrimas recuerdos
presencias de seres inertes.
Lanzan su corazón al viento
tormenta de gemidos mudos,
Sombras lánguidas en la tarde
océano encadenado al parpado.
Quìen comprende tu desnudez
tu vientre aciago o anillo enlutado,
El sabor ácido del desconcierto
penetrando los huesos en su aura.
A donde están los perdidos
en los rostros que forman las nubes,
en las piedras que arrastran los arroyos
en la cavidad que socava el dolor
arrancando sus huesos de la tierra.
Ellos regresan, ahora hermosos
como acacias salpicadas de sueño,
como semilla seca que regresa al fruto
como si la vida de esta tierra
habitara ahora en una lagrima.
Yo te entrego mi corazón dormido
biología de flor y piedra que me habita,
para que encuentres el fin a tus viajes
y que en este verso solitario y silencioso
encuentres espacio para lapidar
la injusticia del adiós de tu amado.
No es de los hombres la justicia
pero su búsqueda si lo es,
y antes que termine tu existencia
vendrán a ti los restos de su naufragio
entonces habitara tu alma el sosiego
y para el verdugo nunca habrá perdón.
en calles lloviznadas de melancolía,
Arrancan al viento los susurros
moldean entre lagrimas recuerdos
presencias de seres inertes.
Lanzan su corazón al viento
tormenta de gemidos mudos,
Sombras lánguidas en la tarde
océano encadenado al parpado.
Quìen comprende tu desnudez
tu vientre aciago o anillo enlutado,
El sabor ácido del desconcierto
penetrando los huesos en su aura.
A donde están los perdidos
en los rostros que forman las nubes,
en las piedras que arrastran los arroyos
en la cavidad que socava el dolor
arrancando sus huesos de la tierra.
Ellos regresan, ahora hermosos
como acacias salpicadas de sueño,
como semilla seca que regresa al fruto
como si la vida de esta tierra
habitara ahora en una lagrima.
Yo te entrego mi corazón dormido
biología de flor y piedra que me habita,
para que encuentres el fin a tus viajes
y que en este verso solitario y silencioso
encuentres espacio para lapidar
la injusticia del adiós de tu amado.
No es de los hombres la justicia
pero su búsqueda si lo es,
y antes que termine tu existencia
vendrán a ti los restos de su naufragio
entonces habitara tu alma el sosiego
y para el verdugo nunca habrá perdón.
miércoles, 4 de mayo de 2011
Renuncia
No he renunciado al verso
que me triza en fragmentos de espejo
en tardes devoradoras de ausencia.
que me triza en fragmentos de espejo
en tardes devoradoras de ausencia.
No he renunciado a la existencia
que a veces me cubre con su manto de tedio
arrancando el color a los días.
que a veces me cubre con su manto de tedio
arrancando el color a los días.
Tampoco a libertad
que enciende mi alma
en su tormenta de fuego.
que enciende mi alma
en su tormenta de fuego.
A esta ultima renuncio
se la ofrezco a tus ojos
a la promesa que habita tus labios
al susurro del palpitar de tu piel,
se la ofrezco a tus ojos
a la promesa que habita tus labios
al susurro del palpitar de tu piel,
esa mariposa que esconde tu presencia.
Pero a esperarte en la tarde lluviosa
y entregarte mi sonrisa,
el respirar de mis versos
y contener el tiempo en mis manos.
y entregarte mi sonrisa,
el respirar de mis versos
y contener el tiempo en mis manos.
A eso no renuncio
ya no queda nada en mi
que no habites.
ya no queda nada en mi
que no habites.
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