Confesión

Caminas por calles vacías
Empapadas de melancolía,
Transeúnte de la ausencia
Navegante de soledades,
Semáforo lánguido y dormido
Trémulo de amores perdidos.

Regresas desandando caminos
Esculpiendo entre el polvo
Los rastros de tu presencia,
Elevas tus ojos al cielo
y te vacían en el dolor.

Sufres un nuevo amanecer
Y la calle marca tu rostro,
Te envuelves en sonrisas
Cicatrices de otro tiempo,
Por qué continuas aquí ?

Mustio y dormido tiritas
Rostros de mujeres ausentes,
Labios voraces definen
Melancolías aladas mutiladas.

Esta escrito tu epitafio
Acurrucado en el cuarto
Donde habita la bestia,
Resplandor de ese ser
Que habita tu poesía.

Primavera

Primavera que recorres mis venas
Caminos polvorientos abandonados
Que hoy despiertan de su letargo,
Dialogo orquestado de tormentas.

Sonidos de batir de alas lejanos
Que recuerdan músicas de mariposa,
Vientos salpicados en melancolía
Susurran tu nombre en las esquinas.

Yo no te sufro locura, te disfruto
Te tomo en mis manos y me descifras
En versos alados, en espiral de risa
Jinete del viento con forma de canción.

Verde habitante del respirar de mundos
Agua clara que destilas mi soledad,
Espirales en hojas que hoy señalan
El ocaso de un invierno de sabor fetal.

Tardes silenciosas coloridas y sonámbulas
Seducen el sueño, no duermo el invierno.
Estas y no estas, en este perseguir el tiempo,
Ver pasar de estaciones incompletas y perdidas.

Primavera espejo adornado, pero solo espejo
Colmillo clavado en el ansia y la esperanza.
Falange temporal que apalancas la melancolía,
Me acomodas en una nueva anatomía desmembrada.
Donde espero el renacer de criaturas marinas,
Caracoles de lágrima que habitaran tu recuerdo.

Salvame

Hazme existir, conjúrame, evócame
Despiértame, sálvame o condéname.

Esta tierra fértil que abrazo
Me atraviesa en raíces secas,
Me lapida en sus tormentas,
Me describe en reflejos
Habitantes sin sombras,

Me acomoda en sus bosques,
Me desfigura en elementos,
desintegra mi presencia
En fragmentos de espejo,
Me acurruca en un vientre.

Te asciende mariposa,
te envuelve en crisálidas,
eres un fantasma dormido
bestia inmóvil y difusa
perdida en el ser y no ser.

Sálvate mariposa, devórame,
consume esta nostalgia gris
que me habita, detén el tiempo.
estoy dislocado y ciego.

Batir de alas confuso
mariposa ausente, errante
bestia alada y desconocida.
que devoras mi alma confundida.










-

Estas aquí

Solo tú podías salvarme
y solo yo podía salvarte,
pero nos confundimos.

Estas aquí, y habitas
En mis ojos, mi tacto
la humedad de mi boca,
y me defines libre
en sonrisas mudas.

Esta biología revive
se inunda de músicas,
Disuelve nostalgias
es un vaso en el mar.

Me elevas en el epitafio
marchito, y dolorido
que es mi pasado.

Trizas mi esperanza
en batir de alas,
en salvajes caricias,
en búsqueda interminable
de la nada.

Y continuas inconforme,
arrancas de mis manos
mis escudos de sonrisa,
señalas el vació, y me lanzas.

Que esperanza nos queda,
ahora que estamos perdidos.
En esta crisálida densa,
manto de melancolía, y dolor

.

Conversacion nocturna

Tú presencia en la luna de menguante
En el sombrío laberinto del miedo,
Desnudas tu alma ante mis ojos
Y me preguntas qué pasará mañana.

Habitas en mí, como yo en ti
En este batir de alas mudas,
En esta conversación de sombras
En este intento por salvarnos.

Interpretas mí silencio
En un misterio intangible,
Interpreto tus miradas
En una búsqueda interminable,
Y comienzas el vuelo.

En esta música tan concreta
Mística, velada, adormilada
Envuelta en melancolía,
Qué palabra tan falsa
Que es el olvido.

Habitas en mí
Como yo en ti,
Conversación
Muda somos
Tú y yo.

Poemia

Las palabras se desdoblan se elevan en espirales
Escapan en miradas que te desnudan,
Se vuelven carne, respiran, muerden, gimen
Se convierten en tacto que respira tu cuerpo.

Este poema se desvanece en caricias
Se eleva como oración en el templo,
Tu sombra me envuelve, me esconde
Me desintegra en sudor.

Este poema no es mío
le pertenezco de mil formas.
Se materializa en cuerpo de mujer
Y me devora para luego desaparecer.

Esta poesía que respira
Vive dentro de mi,
En el espejo me sonríe
Se describe en eses.

Serpientes de deseo
Que dan forma a mis manos,
Y esculpen tu rostro
En el cual me doy vida.

Ausencia

En las tardes cuando te espero acompañado de mi soledad
El sol se va ocultando lentamente y la luna tímida maúlla.
La oscuridad como sombra de viejos sauces abraza la tarde
Tu ausencia me visita en un frenesí de recuerdos,
Aun no estas y todo se llena de tu presencia.

Pero no importa llegaras una y otra vez,
Por las cortinas tu silueta se unirá con mi sombra
y luego tus labios tocaran los míos, te amare
Serás mía, y robare al tiempo tus caricias

Los caminos cansados se recorren entre si
Y las sombras se envuelven en espirales,
Los gatos son la mascota de la noche.
Y no llegas, el reloj cobra vida, y su palpitar
Desespera, y aun te espero.

Viejas melancolías me rondan
Pero me escabullo con tu nombre,
Notas musicales inundan la noche
Y el universo entero vibra en re

Las palabras están vacías, y se esquivan entre si
Se pronuncian se persinan ante el dios del silencio.
La calle y sus sonidos se desvanecen
El recuerdo inunda el alma, y aun así
Te espero.

No importa si no regresas el eco de tus pasos me acompaña
En la cama en tu sitio me espera tu ausencia.
Y luego le haré el amor a tu recuerdo.
y esperare otra vez, otra vida, esperare

Pero la ausencia es solo una palabra vacía,
Que llenaras con tu llegada, con tus besos
Tu sudor, y tu pasión animal.

Invierno

Llego el invierno mariposa.
Danza con el viento y el silencio
envuelve la distancia, y libérate.
Esparce tú danza lunar.

Este árbol esta seco y marchito
en él no hay habitante, ni presencia
vendrán oscuras golondrinas
como presagios de naufragios.

Danza de nuevo mariposa
impregna el silencio, y el espacio
con el batir de alas de tu adiós.
Ya navega en el viento la última hoja.

Árbol marchito acurrucado en tiempo
como niño muerto, faro del olvido.
Tenaza constelada de lágrima.
Canción muda, alimento del tedio

Adiós mariposa, esparce tu evangelio
de aroma a pino, de cigarra enmudecida
ojos negros que siempre se despiden.
Corazón y canto de mi naturaleza.

Árbol marchito proyectado en tiempo
calavera de mi espejo interior.
Ilusión que hoy se lleva el viento.

Invierno verdugo, escarcha acida y salina
que apaga el fuego que me mantiene.
Lluvia alicorada de temor y olvido
que arrancas mi presencia y la abandonas
en este árbol, seco marchito y vació.

Ahora te digo adiós mariposa
A ti y al amor que me envolvió
con tu vuelo, solo danza mariposa
y déjame con mi silencio.
Entre las bestias que me desgarran
Como fruto seco y lleno de olvido.

Reflejo

Donde esta el consuelo del viento.
Quien acompaña a la luna.
Cuando aprendiste a volar.
Mi corazón es tan grande
que sale por la boca y me ahoga.

Cabalgo en las noches hacia la nada.
Y el mar me sacude los oídos.
Por que sangran mis ojos.
No es polvo en el viento
lo que me aleja.

Elévame en tus alas de sombra.
Y sálvame de la bestia que me habita.
O sacrifícame en los altares de la osadía.
Me abrazo al silencio.

Te disuelves en las lluvias.
Viajas a través de mi languidez.
Recorro tu ausencia sombría.
Estoy dislocado en el tiempo.

La luna hoy esta rota.
El gato del tiempo me abraza.
Tu silencio me desintegra
en pequeños rayos de luz
que conforman en tus ojos
mi triste reflejo.